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Esta es la segunda parte de un post que se inció aquí.

Antes de profundizar en cada una de estas cuantro leyes para lograr pensar en términos de probabilidades, enunciemos qué es lo que queremos conseguir, incorporando esas cuatro leyes a nuestros esquemas mentales y por lo tanto, a nuestro comportamiento.

Queremos desvincularnos del resultado que pueda producirse justo en la negociación que estamos llevando a cabo, éste resultado, en concreto, no tiene ninguna importancia. Ya que cada negociación es un evento único, donde su resultado es aleatorio en relación a la negociación anterior o a la próxima que llevemos a cabo.
Si nos enfocamos en el resultado individual de cada negociación, estos serán aleatorios y con una distribución impredecible de  negociaciones ganadoras y perdedoras. Pero, desde un punto de vista colectivo ocurre justo lo contrario. Si negociamos el suficiente número de negociaciones, respetando siempre nuestro sistema, entonces, emerge la consistencia en los resultados positivos y es estadísticamente fiable.
Sabemos que, por ejemplo, nuestro sistema puede brindarnos un ratio de 13 negociaciones ganadoras de cada 20. No hay manera de saber en que orden van a producirse esas 13 negociaciones ganadoras, pero sí sabemos que negociando el suficiente número de negociaciones, la estadística se mantiene, y por lo tanto, ganamos dinero. Por ello, nuestro objetivo es, ser capaces de mantenernos objetivos, fríos y emocionalmente equilibrados, desvinculándonos de lo que esté ocurriendo con la negociación de este preciso momento. Y esto es lo mas difícil, no dejarte llevar por tus instintos primarios negociando por revancha, sin mantenernos objetivos y disciplinados a nuestro sistema, en cuando sufrimos 4 negociaciones perdedoras una tras otra.
Y es aquí dónde entran en juego nuestro conocimiento sobre las leyes de la probabilidad, para conscientemente repetírnoslas y aplicárnoslas cuando estemos sufriendo una de esas “crisis”. Y creanme que es difícil, es similar a esforzarte en mantenerte despierto cuando son las 4 de la madrugada y llevas toda la noche estudiando para un examen. ¿Recuerdas?, seguramente hayas sufrido esas noches de flexo y café, estudiando para un examen del día siguiente, y ya no puedes mas, los ojos llenos de lágrimas, ya no entiendes lo que lees y aun así, nos convencemos que debemos leer unas páginas mas… Pues lo mismo, después de esas malas negociaciones, el EGO toma el control, respetar nuestro sistema no tiene sentido: ¡¡ESTAMOS PERDIENDO DINERO!!. Aun así, hay que sacar fuerzas, aplastar nuestro EGO, ser conscientes que en el trading imperan las leyes de las probabilidades y que salirnos de nuestro sistema, o ignorar la próxima jugada que nos ofrece nuestro sistema, por falta de confianza, tan sólo nos lleva a poner las probabilidades en nuestra contra.

Aprovechemos para decir, que por ello es tan importante la primera etapa de nuestro viaje, esa etapa dónde sólo nos interesa saber y conocer mas y mas sobre el mercado, porque es ahí dónde asentamos las bases para encontrar un sistema tecnicamente viable y que encaje con nosotros.
Ahora eso es secundario, ahora toca comportarnos adecuadamente para no destrozar los resultados que estadisticamente nuestro sistema puede ofrecernos.

–> Todo es posible. Cualquier cosa puede ocurrir con nuestra negociación.

¿Por qué?. Pues debido a que en el mercado operan fuerzas que son incontrolables por nosotros. Tan sólo es necesario un trader en cualquier parte del mundo para arruinar el probable resultado de tu sistema. Tan sólo uno. No importa cuanto tiempo, esfuerzo o dinero hayas dedicado a tu análisis del mercado. Esta verdad seguirá ahí.
Tan sólo hace falta que un sólo trader piense lo contrario a tí, para arruinar tu negociación. Si intentas anular esta realidad y el mercado, efectivamente, se mueve en contra de como preveías, clasificaras la información que el mercado te está ofreciendo como amenazadora. Y actuarás como lo hacen los seres humanos cuando se encuentran ante una situación “no cómoda”: Ignoran lo que está pasando o buscan razones que niegen lo que está ocurriendo para permanecer con su idea original. En lugar de actuar acorde a la información que el mercado te está ofreciendo: Estas equivocado, cierra el trade.

Cómo cualquier cosa puede ocurrir con nuestro trade, nuestra medicina ante eso es: Defino, antes de abrir la negociación, cuanto me permito perder por si sale mal.
La masa no define su riesgo antes de entrar en una negociación porque no cree que ello sea necesario. La unica razón posible para creer que no es necesario, es porque creen saber qué es lo que va suceder a continuación (ley nº2). La razón por la que creen saber qué es lo proximo que va a suceder, es porque ellos no abren una negociación hasta que no están plenamente convencidos de que es “la negociación adecuada”. (gracias a sus horas de análisis). En este punto, donde están convencidos de que la negociación cumple todos los requisitos para ser una ganadora, ya no hay necesidad de medir el riesgo, porque como es una ganadora, ya no hay riesgo.

–> No necesito saber que va a hacer el mercado a contnuación, para ganar dinero.

¿Por qué?. Pues, porque sí sé que sigo un sistema que a la larga tiene mas operaciones ganadoras que perdedoras, por lo tanto, no necesito saber cual va a ser el resultado en concreto de ésta negociación, lo único que necesito saber, es, qué voy a hacer yo, según lo que suceda a continuación. Si el precio toca mi stop, cerraré el trade, si el precio llega a mi objetivo, cerraré el trade.

Cuando uno realmente entiende que el trading es un juego de probabilidades, los conceptos “acertar”, “equivocarse”, “ganador” o “perdedor”, dejan de tener mucho significado. Y como resultado, nuestras expectaciones están en harmonía con las posibilidades que nos ofrece el mercado: Incertidumbre para este trade, pero certeza en el resultado de los últimos veinte.

Pocas cosas nos causan mas decepción, que la de no lograr nuestras expectativas. Por lo tanto, si no tenemos ninguna expectativa en realción al trade que tenemos abierto, no necesitamos que el mercado pruebe que estamos en lo cierto. Si no esperamos que el mercado nos regale un trade ganador, no tenemos razón alguna para preocuparnos si el trade resulta perdedor. (Máxime si el riesgo lo teníamos definido de antemano (ley nº1)).

–> El sistema me dice que tendré mas operaciones ganadoras que perdedoras, pero no me indica el orden en el que van a producirse.

Esta ley se explica por si misma. El orden en el que van a producirse las operaciones ganadoras no hay manera de saberlo. Es mas, cada negociación perdedora sólo incrementan las probabilidades de que una ganadora esté mas próxima. Por lo tanto, deberíamos estar deseando que nuestro sistema nos ofrezca una nueva jugada, porque ésta tiene un ratio mayor de éxito, al menos estadísticamente hablando, y por ello, en cuanto aparezca esa próxima oportunidad, deberíamos abrir el trade sin la menor duda o reserva por nuestra parte.
Sin embargo, si aun creemos que en el trading todo depende de nuestro análisis, entonces después de una operación perdedora comenzaremos a dudar de nuestra forma de analizar. Y ante la próxima oportunidad de negociación, dudaremos si abrirla o no, preguntándonos si funcionará o no. Y esto, dará lugar a que comencemos a recopilar información extra (información que normalmente no tendríamos en cuenta y por lo tanto ya no estamos siguiendo nuestro sistema) que corrobore que no es un buen trade, porque nuestro miedo a sufrir otra pérdida es mayor, que el temor a perdernos una buena negociación.
En cualquier caso, esta actitud, no nos lleva a tener un estado mental adecuado que nos ayude a conseguir consistencia.

–> Cada momento en el mercado es único. Irrepetible. Distinto a todos los demás.

Este punto tiene que ver con la necesidad de disasociar que ciertos patrones o valores o mercados no son buenos para nosostros por pérdidas sufridas anteriomente con ellos. Y hemos creado ese resorte mental para evitarlos a toda costa.

Piensa un momento en la palabra “único”. Único significa diferente a todo lo que existe o haya existido antes. Sin embargo, nuestra mente no se lleva bien con ese concepto, porque nosotros aprendemos almacenando recuerdos y asociándolos con hechos y situaciones del mundo exterior. Esto lo hacemos de forma consciente e incosciente. No podemos controlarlo. Esto crea una contradicción entre la forma en la que nosostros pensamos y la forma en la que el mercado existe. Y esto es así, porque realmente cada momento en el mercado SÍ es único.

Volvamos a algo que definimos muchos párrafos atras, ¿Qué fuerzas mueven los precios arriba y abajo en el mercado?. La fuerza compradora y la fuerza vendedora. ¿Y quienes ejercían dichas fuerzas?. Los traders. ¿Y qué eran los traders?. Humanos. ¿Y cual era el problema con ellos?. Que no sólo toman decisiones racionales, también se dejan llevar por sus emociones.

Por lo tanto, aunque desde un punto de vista matemático o gráfico, un patrón pueda parecer idéntico a uno que hemos negociado anteriormenete, éste no es el mismo.
Para que un patrón fuera igual a otro previamente negociado por nosotros, se requeriría que todo trader que negoció el primer patrón volviera a negociar éste y que todos ellos interactuen con el trade de la misma forma que lo hicieron anteriormente y durante el mismo tiempo que emplearon en la vez anterior, con sus mismas preocupaciones, con las mismas expectativas, etc, etc. Suena ridículo, ¿verdad? . Pues por ello cada momento en el mercado es único e irrepetible. Por el tipo de fuerzas que forman los patrones.

Si cada momento es distinto a todos los demás, entonces no hay forma racional de asegurar que sabes lo próximo que va a ocurrir. Si negociamos cierto patrón y salió mal, no hay motivos racionales, de asegurar que si se vuelve a presentar la oportunidad de negociarlo, lo mejor será evitarlo porque acaba de producirnos una pérdida. Y lo contrario también es cierto. No porque acabemos de cerrar un trade exitoso, debemos suponer que dicho patrón funcionará bien la próxima vez que se presente.
En definitiva, el riesgo está en asociar un comportamiento del mercado con nuestras expectativas. Si creemos que hemos predecido correctamente el mercado una vez, lo intentaremos una y otra vez. Y como resultado, nuestra mente comenzará automáticamente a escanear el mercado a la busqueda del mismo patrón, circustancias o situación, que existían la última vez que predecimos correctamente su movimiento. Y ya sabes cual es el problema, ya sabes que fuerzas tienen que comportarse exactamente igual que la anterior vez, para que el resultado, de nuevo, sea el mismo. Por lo tanto, estás dirigiendote a un próximo desencuentro con el mercado.

Desde aquí te animo a que profundices en los conceptos aquí expuestos. Éstos sientan las bases hacia la profesionalización del oficio de Trader. Creo que tienes trabajo.

Feliz semana.

This entry was posted on Domingo, Octubre 18th, 2009 at 5:16 pm and is filed under Trading, Sístema, Psicología. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.